Giselle Odette, mejor conocida como «la rubia de Pateando la Lata», dejó una huella imborrable en la televisión cubana durante los años 90 y principios de los 2000. Su carisma y talento la convirtieron en una figura emblemática del entretenimiento en la isla.
Inicios en la televisión cubana
Giselle se destacó en el popular programa humorístico «Pateando la Lata», donde su personaje de «la rubia» se ganó el cariño del público. Frases como «La rubia de Pateando la lata… ¡Qué buena está!» se hicieron comunes entre los espectadores, consolidando su popularidad.

Vida después de «Pateando la Lata»
Tras el éxito en la televisión, Giselle decidió alejarse de los reflectores. Se ha mantenido activa en redes sociales, compartiendo aspectos de su vida personal y profesional. Ha mostrado interés en el desarrollo espiritual, participando en talleres de astrología, tarot y practicando yoga, reflejando una faceta más introspectiva de su personalidad.
Apariciones públicas recientes

Aunque ha estado alejada de la televisión, Giselle ha reaparecido en eventos públicos. En 2024, se le vio disfrutando de un concierto de Raúl Paz en el Anfiteatro de La Habana Vieja, demostrando que sigue siendo una figura querida en la comunidad.

Intereses y actividades actuales
Giselle ha compartido experiencias de sus viajes, incluyendo una estancia en la India, donde visitó lugares emblemáticos y compartió mensajes de paz y respeto por los derechos humanos. Estas experiencias reflejan su interés por el crecimiento personal y la exploración de nuevas culturas.

Presencia en redes sociales
A través de sus perfiles en redes sociales, Giselle mantiene una comunicación cercana con sus seguidores, compartiendo fotos de su vida diaria en Matanzas, su relación con amigos y seres queridos. Aunque ha estado alejada de la televisión, no descarta la posibilidad de interpretar nuevos papeles en el futuro.
Legado en la televisión cubana
El impacto de Giselle en la televisión cubana, especialmente a través de «Pateando la Lata», la ha convertido en una figura emblemática. Su talento y carisma la mantienen en el recuerdo de quienes disfrutaron de su trabajo, y su influencia perdura en la cultura popular cubana.

Giselle Odette, «la rubia de Pateando la Lata», ha llevado una vida plena y diversa después de su éxito en la televisión cubana. Su evolución personal y profesional demuestra su versatilidad y profundidad como artista y ser humano.